Tengo el gusto de presentar a los lectores un libro hace mucho tiempo pensado, incluso acariciado podríamos decir
Descubrir a san Josemaría es hallar un grandísimo tesoro, ¡un encuentro feliz!... También darlo a conocer a lo largo de estas páginas.
Nuestro Santo no cabe duda- es uno más de los que, a lo largo del año, en el calendario cristiano, nos saludan a medida que corren los días
Con todo rigor, podemos decir que ¡es un Santo de nuestro tiempo!, pues nació en Barbastro (Huesca), el 9 de enero de 1902, y falleció santamente en Roma, el 26 de junio de 1975. Fue beatificado por el Papa Juan Pablo II el 17 de mayo de 1992 y canonizado el 6 de octubre de 2002. Su fiesta litúrgica se celebra el 26 de junio.
Como decíamos, ¡es un santo más!... Pero con un perfil y una significación histórica, en la vida de la Iglesia y del mundo, muy especiales. No solamente por el tiempo que le tocó vivir (el convulso siglo XX, lacerado fuertemente por dos guerras mundiales, además de la civil de España). También por las vicisitudes de la Iglesia, antes y después de la celebración del concilio Vaticano II, proyectándose en el horizonte del tercer milenio del Cristianismo.