Platón aseguraba que «lo bello es difícil» pero ¿por qué? ¿Qué tiene que ver
lo bello con lo verdadero y bueno? ¿Por qué nos atraen personas y acciones
que sabemos no son ni buenas ni verdaderas? ¿Cómo debe comportarse uno
para hacer de su vida una «obra de arte»? Pero, el principal interrogante que
estas líneas afrontan, la pregunta que las vertebra es: ¿Por qué Benedicto
XVI está plenamente convencido de que la belleza es un camino privilegiado
para defender la fe y evangelizar al hombre del hoy? El autor dedica el libro a
todos los que un Dios sólo racional les sabe a poco, y anhelan cada día ver
su rostro. Porque la razón busca, pero es el corazón el que encuentra.