Había una vez un gigante, cuyo único trabajo era llenar el cielo de nubes. Todas las mañanas, cogía sus pinceles, grandes como árboles, y se ponía a pintar...
Había una vez un gigante, cuyo único trabajo era llenar el cielo de nubes. Todas las mañanas, cogía sus pinceles, grandes como árboles, y se ponía a pintar...