Hicimos planes y trazamos rutas, y el proyecto comenzó a gestarse de manera natural. Los planes se acomodaron de acuerdo a su propia lógica, y los tiempos y las palabras se asentaron hasta completar esta reunión de voces que intentan decir algo de la tremenda furia de Isabel Ruiz, de su obra-incendio que brota como flor de sangre que se quema en el brasero y flota sobre los restos del país que compartimos’. 10