Para los egipcios, la muerte no era el final, sino el comienzo de un gran viaje hacia la vida eterna. Conservar el cuerpo era fundamental. Para conseguirlo, los sacerdotes usaban rituales mágicos, vendajes y muchos secretos.
Para los egipcios, la muerte no era el final, sino el comienzo de un gran viaje hacia la vida eterna. Conservar el cuerpo era fundamental. Para conseguirlo, los sacerdotes usaban rituales mágicos, vendajes y muchos secretos.