Esta pequeña obra pone en nuestras manos dos breves historias que a buen seguro tocarán la fibra de quien se acerque a ellas. La primera, el cuento Gabriel y su nueva ciudad, trata de hacer imaginar al lector un tiempo venidero, previsiblemente repleto de ciudades contaminadas y de ciudadanos despreocupados y sin iniciativa por mejorar nada, y trata de concienciarlo sobre la importancia del compromiso ambiental para garantizar un futuro mejor. La otra narración, Recuerdo encarrilado, está dirigida, de forma interactiva y casi intuitiva, a quienes leen y, si es necesario, releen donde no acaban de comprender o entienden a medias. Es muy probable que la narración, de planteamientos paradójicos, necesite de la complicidad del lector. O quizá sea, simplemente, un recuerdo hecho público, teñido de colores románticos.