El ser humano es sociable por naturaleza; tendrá que convivir con sus semejantes, que son sus iguales y diferentes; cada uno es único y poseedor de la misma dignidad, que no tiene grados: nadie vale más que otro.Con Francis Bacon (S. XVI) se enalteció el saber: “saber es poder”; a partir del S. XIX cambia la percepción: “tener es valer”, tanto vales cuanto tienes; no tienes nada no vales nada: son los pobres, que estando en todas partes no hay ojos para ellos, porque son los ’nadies’.