La iniciación del catecúmeno en el misterio pascual de Cristo entraña la efusión del Espíritu Santo sobre él, quedando consagrado para continuar la misma misión del Resucitado.
La iniciación del catecúmeno en el misterio pascual de Cristo entraña la efusión del Espíritu Santo sobre él, quedando consagrado para continuar la misma misión del Resucitado.