Yo me atengo a lo dicho:
La justica, a pesar de la ley y la costumbre, a pesar del dinero y la limosna.
La humildad, para ser yo verdadero.
La libertad, para ser hombre.
Y la pobreza, para ser libre.
La fe, cristiana, para andar de noche, y sobre todo, para andar de día. Y, en todo caso, hermanos, yo me atengo a lo dicho:
¡La Esperanza!
Pedro Casaldáliga