Girauta alerta contra las actuales formas de manipulación sentimentale ideológica. De paso, nos explica cómo la izquierda se ha hecho conla hegemonía cultural. Entenderlo exige una aproximación alposmarxismo. En concreto, al enlazamiento de causas o luchasaparentemente independientes.¿Por qué la derecha no ha impuesto ni una sola causa propia en las últimas décadas? ¿Por qué va a rastras enmateria de valores? ¿Por qué siempre acaba interiorizando premisas alas que en un principio se resiste? Existe una razón principal: se hadesentendido de la guerra cultural y no cree en el poder del discurso. En ese sentido, la derecha es infinitamente más materialista que lanueva izquierda.Una advertencia importante: la guerra cultural que Girauta defiende no persigue que la hegemonía cultural pase a la derecha. Su objetivo esque se preserven los principios fundacionales de la democracialiberal, paulatinamente desvirtuados: igualdad, libertad de expresión, carga de la prueba, respeto a la esfera privada, etc.Convertida en generadora permanente de antagonismo, la izquierdademocrática ha mutado su naturaleza. Esta transforma